miércoles, 9 de febrero de 2011

Kid Bengala: El abuelo aún baila samba con su anaconda.


El porno es para los hombres, probablemente, el único lugar donde mientras cumplas con tu trabajo, no importa tu edad, tu belleza, tus abdominales, tus cuentas bancarias, tu calvicie ni tus pocas ganas de decir "quiero casarme contigo". De qué otra manera se puede explicar que un tercermundista gordo, entrado en años, calvo y horrible como el reguetón, tenga sexo con mujeres hermosísimas, con cuerpos que la mayoría de nosotros -los ajenos al porno- jamás podremos degustar. No interesa su cultura ni don de gentes, su buen humor ni que las haga sentir como si fueran unas reinas, no tiene que demostrar qeu no le teme al compromiso, ni que es sensible pero seguro. No tiene que cuidar su cuerpo ni su salud. Simplemente le basta con tener un pene grande y nada más. Eso, señores, es juzgar por lo que uno es, y no, como la mayoría de mujeres víctimas de su educación fálico-castrante, juzgar por lo que esperan de ti. Disfruten el vídeo y les deseo una vejez igual de plena.

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